– Un servicio personalizado no consiste en que me llamen a mi móvil ofreciéndome una hipoteca porque han detectado que he estado echando un ojo en su página web a las condiciones que ofrecen actualmente. Es más, me resulta bastante molesto que hagan tan evidente lo mucho que les divierte trastear con la información que disponen sobre mÃ. Prefiero ni pensar en la llamada que puedo recibir el dÃa que cometa la imprudencia de echar una canita al aire usando su tarjeta de crédito (Bankinter).
– De nada sirve atraer al cliente potencial con una promoción atractiva si el servicio que se ofrece es sencillamente nefasto y no hay modo humano de pasar de la página de bienvenida en su flamante plataforma web. No ayuda en nada que su servicio de atención telefónica sea pésimo y sus teleoperadoras más que ayudar incentiven con su actitud manifiestamente a dejar de trabajar con ustedes (Inversis).
– No me importa la cantidad de cajeros que tengan repartidos por la ciudad; sólo existe una palabra para describir las comisiones que su entidad cobra: robo (CajaMadrid).
– Si me juran sobre la biblia que no me van a cobrar comisiones jamás por esa tarjeta que me ofrecen, lo mÃnimo que espero es que sea asÃ. O al menos que tarden más de dos semanas en desdecirse e intentar clavármela (BBVA).
– Me han llamado doce veces invitándome a ir a visitar sus nuevas oficinas y todavÃa no he pasado por allÃ, ¿no saben captar una indirecta? Si lo que sucede es que necesitan imperiosamente que alguien haga acto de presencia por aquello de justificar su inversión dÃganmelo claramente, mencionen un buen jamón regado con vino del paÃs y me lo pensaré (ING).
– Cuando su banco on-line tenga pinta de haber sido desarrollado por alguien que no sea el becario sobrino del presidente, llámenme (Banesto).
– No, ese tipo de Ãnterés que me ofrece para un crédito personal no es lo que yo entiendo por «sumamente ventajoso» ni «unas condiciones especiales para nuestros mejores clientes» (CAM).
– Si intentan cobrarme 35 euros por cancelar una cuenta con un saldo medio de 15 durante los últimos tres años no se lamenten luego de que les llamen peseteros (La Caixa).
– No digo que su plataforma web sea mala, sencillamente que hay otra que a mà me funciona mejor. Por favor, no insista, no me va a convencer (IG Markets).
– Se lo repito, no sé de dónde han obtenido mis datos personales ya que no tengo ni he tenido abierta ninguna cuenta con ustedes, pero jamás he solicitado la tarjeta de crédito que ha llegado a mi domicilio. Y no, no estoy interesado (CitiBank)
– Si a mi señora no le cobran comisiones y a mà sÃ, no esperen que yo abra una cuenta en su banco. No me va eso de la discriminación positiva. Sobre todo si soy yo el discriminado (Santander).
Y luego somos los de Telefónica los que nos llevamos la mala fama…
¿Por qué existen los bancos? | Qué Aprendemos Hoy
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[…] Imagen| El blog de Andrés Vega […]
Cinco marcas que no me han defraudado (todavÃa)
13 years ago
[…] por lo general lo hacemos para mostrar nuestra disconformidad con el servicio recibido (culpable: bancos y aerolÃneas). Pocas marcas pueden presumir de gozar de un reconocimiento positivo en el discurso […]
andresvegas
14 years ago
Ya sabes, quién la sigue la consigue, marketing del de toda la vida 😉
Oscar
14 years ago
Los bancos con la crisis están tendiendo ahora que aprender a hacer marketing………. Añade esta del BBVA: llevo dos años años recibiendo mensajes ofreciendo un préstamo de 30000€, y 50 veces les he dicho en la oficina que no, pero no se dan por enterados……….
Unoquepasaba
14 years ago
Me parto! Aunque los de telefonica también sois la leche!!!!!
tarjetas-credito.co.cc » Señores banqueros (mis pequeñas batallas con ellos)
14 years ago
[…] Autor:http://www.andresvegas.es/2010/10/cajon-desastre/senores-banqueros […]