Obviando la apabullante victoria del PP y el descalabro en toda regla del PSOE en las elecciones del domingo, se están comentando mucho los perversos efectos que la ley electoral vigente introduce; cómo presumiblemente beneficia a unos partidos frente a otros y el voto en unas regiones tiene más valor que en otras. Lo cual, calculadora en mano, es un hecho perfectamente constatable. Y son cada vez más los que reclaman un cambio en dicha ley, abandonar de una vez el sistema D’Hondt, esa fórmula matemática que atribuye los escaños en proporción a los votos conseguidos por las candidaturas en cada una de las circunscripciones electorales y no en el conjunto del paÃs.
Los argumentos para sustentar dicha afirmación suelen ser los mismo: la disparidad del «coste» en votos que para diferentes partidos tiene los escaños obtenidos (228.048 votos para cada escaño de UPyD frente a los «escasos» 42.411 votos para el escaño de Nafarroa Bai) o situaciones en las que un partido con un mayor número de votos en la totalidad del paÃs obtiene menor número de escaños que un segundo partido con menor apoyo general pero más concentrado en alguna circunscripción concreta (como es el caso, de nuevo, de UPyD, que con 126.000 votos más que CiU, por ejemplo, obtiene únicamente cinco escaños frente a los dieciséis de la coalición catalana). En concreto, suele achacarse a la ley D’Hondt una representación en términos de número de escaños asignados más nutrida de lo que corresponderÃa a los partidos nacionalistas.
Error. No son precisamente los partidos minoritarios los beneficiados de la aplicación de este sistema, sino los grandes partidos nacionales, PP y PSOE. En efecto, una caracterÃstica de la ley D’Hondt es que refuerza las mayorÃas de los partidos dominantes, facilitando que el partido ganador concentre el poder suficiente para no tener que precisar de gran número de apoyos para contar con una mayorÃa suficiente.
Recordemos, por ejemplo, los resultados de las elecciones del domingo:
Y comparémoslos con los que se hubieran obtenido en el caso de aplicar un reparto proporcional al número de votos totales obtenidos en el paÃs, prescindiendo por lo tanto de la ley D’Hondt (fuente: El Mundo):
Vaya. En primer lugar parece que efectivamente, IU y UPyD tienen motivos para lamentarse, como están haciendo sus lÃderes, por el impacto que la aplicación de la ley D’Hondt tiene sobre los resultados de sus formaciones. Incuestionablemente la fórmula penaliza a aquellos partidos de presencia nacional que no alcanzan elevadas concentraciones de voto en cada circunscripción. Pero, sorpresa, los resultados de los partidos minoritarios de Ãndole regional no se ven significativamente perjudicados por el reparto proporcional de votos; apenas CiU y AMAIUR verÃan mermados su número de escaños e incluso algunos como ERC o el BNG incrementarÃan su representación parlamentaria. Más aún, el número de partidos minoritarios con representación también se incrementarÃa sensiblemente. Curioso. Pero la perla oculta, la clave de este tinglado, son los resultados que los partidos mayoritarios obtendrÃan, particularmente los de la formación ganadora: el PP perderÃa casi treinta escaños y quedarÃa lejos de esa mayorÃa absoluta de la que, aplicando la ley D’Hondt, sà va a disfrutar.
Insisto: son los partidos mayoritarios los grandes beneficiados de la aplicación de la ley D’Hondt. Sustituirla por un reparto proporcional del voto les avocarÃa a un escenario en el que las mayorÃas serÃa mucho más ajustadas y la necesidad de recabar apoyos para alcanzar una mayorÃa suficiente serÃa más acuciante que en la actualidad. Aquellos, por lo tanto, que tanto critican la formula D’Hondt con el argumento de que beneficia a los partidos nacionalistas, otorgándoles mayor representación de la que sus votos merecen y colocando a los partidos nacionales a su merced a la hora de buscar apoyos se equivocan radicalmente. Precisamente la ley D’Hondt minimiza el apoyo que el partido ganador requerirá para gobernar. Con los resultados del 20N en la mano, el señor Rajoy no sólo perderÃa la mayorÃa absoluta que la ley D’Hondt le proporciona, sino que estarÃa obligado a conseguir al menos el apoyo de UPyD y un segundo partido. En unas elecciones más reñidas, en las que la diferencia entre PP y PSOE no fuera tan notable, la cantidad de apoyos que requerirÃa el partido ganador serÃa probablemente ingestionable.
Resulta loable el esfuerzo que muchos ponen al reclamar cambios en la ley electoral. Efectivamente, la ley actual no es justa. Discrimina unos votos frente a otros. A unos partidos polÃticos frente a otros. Pero me temo que nunca se modificará. Hemos visto que son los dos grandes partidos los mayores interesados en mantener las cosas como están, ¿alguien se cree que van a ponerse de acuerdo en modificar una ley que sólo les otorga ventaja? Yo, al menos, lo dudo mucho.
Y cuatro meses después…
8 years ago
[…] más de 920.000 votos se han traducido en apenas 2 escaños, cifra severamente penalizada por la Ley D’Hont. Si en un hipotético escenario en el que se repitiesen las elecciones lo razonable serÃa […]
TeorÃa de Juegos y el 20D: Por qué Pablo Iglesias tiene todavÃa posibilidades de terminar siendo el próximo presidente del gobierno
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[…] 920.000 votos apenas se han traducido en apenas 2 escaños, cifras severamente penalizadas por la Ley D’Hont. Si en un hipotético escenario en el que se repitiesen las elecciones lo razonable serÃa […]
andresvegas
12 years ago
Isabel, me temo que con la adquisición de Actuable por parte de Change la petición que señalaba se ha perdido por el camino…
Isabel
12 years ago
Estimado bloguero: me puedes pasar el enlace concreto de la página Change.org, para la firma? resulta que por este tema hay multitud de firmas, tal vez sea la que tiene unas 800 firmas…
Bueno, gracias por tus post’s y hasta pronto,
andresvegas
13 years ago
@dgpastor ¿alguna esperanza (realista) de que esos beneficiados acepten la reforma que proponéis?
@dgpastor
13 years ago
En UPyD siempre hemos hablado de la injusticia de esta ley como valedora del bipartidismo (caso PPSOE) y de priorizar territorios vs. ciudadanos (caso de elevar representatividad partidos nacionalistas). Y ambas cosas son ciertas. Dada la dificultad evidente de que los beneficiados aprueben cambiar unas reglas de juego que les perjudicarÃan, lo que defendemos es algo que nuestra Constitución ya permite sin cambiar necesariamente la Ley Electoral: elevar en 50 diputados hasta 400 total el n. diputados del Parlamento, elegidos en circunscripción única nacional, de tal modo que la sobreponderación de cada escaño por la Ley D’Hondt sobre cada escaño total quede diluida al 1%. Se acercarÃa el objetivo 1 ciudadano, 1 voto.
andresvegas
13 years ago
Hola Trimax; en realidad el espÃritu del post iba más en la lÃnea de hacer ver a la gente el por qué esa tan demandada reforma de la ley electoral (por razonable que parezca) nunca llegará, que entrar en el detalle de los diferentes factores que juegan en el reparto de los votos. Sobre si impacta más el tamaño de la circunscripción o la fórmula D’Hondt en sà la verdad es que no he hecho los cálculos y en todo caso son dos efectos diferentes: el juego de partir la tarta (conjuntamente con el exigir un % mÃnimo sobre los votos de cada circunscripción) es el que perjudica a partidos como IU o UPyD; el reparto D’Hondt es el que beneficia a los partidos mayoritarios.
Trimax
13 years ago
Excelente artÃculo, salvo por el pequeño detalle que la llamada Ley D’Hondt (que realmente no es una ley, sino un sistema de reparto «proporcional» que se establece en la Ley Electoral)no es la que más afecta al reparto de escaños.
Es la Constitución Española la que predetermina las circunscripciones, asà como el máximo y el mÃnimo de escaños, y un diputado como mÃnimo para cada circunscripción. Por lo que el sistema ya se ve desvirtuado por la territorialidad poco representativa demográficamente.
Para acabar con ese desajuste serÃa necesario reformar la Constitución y establecer la circunscripción única en todo el estado.
«ArtÃculo 68.
1. El Congreso se compone de un mÃnimo de 300 y de un máximo de 400 Diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, en los términos que establezca la Ley.
2. La circunscripción electoral es la provincia. Las poblaciones de Ceuta y Melilla estarán representadas cada una de ellas por un Diputado. La Ley distribuirá el número total de Diputados, asignando una representación mÃnima inicial a cada circunscripción y distribuyendo los demás en proporción a la población.
3. La elección se verificará en cada circunscripción atendiendo a criterios de representación proporcional…»
andresvegas
13 years ago
Antonio, si en su dÃa Aznar tuvo que llegar a acuerdos con CIU, PNV y CC, en el caso que comentas el PSOE con toda seguridad habrÃa hecho lo propio con IU, PNV y CIU (al menos), cediendo a unos y a otros lo que hiciera falta con tal de llegar al poder.
Lo de gobernar en minorÃa nunca se ha llevado en este paÃs. ¿Desmantelar el parlamento cada vez que haya que aprobar los presupuestos? ¿Elecciones cada año entonces?
Antonio
13 years ago
Está claro que PP y PSOE son los grandes perjudicados y que se necesitarÃa el apoyo de muchos partidos para formar mayorÃas, pero precisamente por eso los nacionalistas dejarÃan de tener ese poder tan grande que han tenido hasta ahora. ¿qué ha pasado en estos 4 años, del 2008 hasta ahora? ¿quién ha tenido la llave de las grandes decisiones? Dos partidos: PNV y CIU individualmente.
Si se hubiera hecho un reparto proporcional el congreso hubiera quedado asÃ: PSOE 149 (-20), PP 140 (-13), CIU 10 (-1), PNV 4 (-2), UPyD 4 (+3), Esquerra 5 (+2), IU 13 (+11)…etc
Para alcanzar un acuerdo el principal actor implicado hubiera tenido que ser IU. SÃ, es cierto que todavÃa le quedaban 14 escaños para la mayorÃa absoluta y en decisiones dficiles como la reforma laboral o los presupuestos generales hubiera tenido que desmantelar el congreso. Pero de esa forma se consigue que no sean PNV y CIU los que tengan la llave de la gobernabilidad y que hubiera tenido que llegar a acuerdos con otros partidos mayoritarios…
HabrÃa más consenso entre PP y PSOE….
… Un partido nacional con el 7% de los votos tiene más poder que otro con un 3%
… No habrÃa tantas decisiones unilaterales…
Lo normal en una democracia
Fran
13 years ago
COn unas elecciones más reñidas, el puzzle para conseguir suficientes apoyos serÃa espectacular. Unos y otros prometiendo más y más a los minoritarios para llegar a la cifra mágica de los 176. Lo de las trasnferencias y las embajadas catalanas de ahora nos iba a parecer minucias. Aunque suene fatal por lo de injusto y tal, casi que se quede como está.
PlisPlas
13 years ago
Con lo que cuentas, pensar que sus señorÃas puedan plantearse reformar la ley de marras es tan ilusorio como que lleguen a un acuerdo para acabar con sus jugosas pensiones o con el resto de prebendas de las que disfrutan con nuestros impuestos.
Interesante post.
Otro
13 years ago
He de reconocer que siempre he sido de los que le echaban la culpa a la dichosa formulita del excesivo peso que los partidos nacionalistas tienen en la polÃtica de España. Me has pillado con el pie cambiado.
Eso sÃ, de lo que estoy totalmente convencido ahora es de que jamás la cambiarán. Siempre me extrañó que no quisieran hacerlo. Ahora me queda del todo claro.