Siempre me ha sorprendido la poca atención que por norma general la gente dedica a la gestión de su patrimonio. Personas con una extensa formación en otros campos, curiosas, intelectualmente  activas, no dedican un segundo de su tiempo a adquirir unos mÃnimos conocimientos sobre cómo invertir el dinero que tanto esfuerzo les cuesta ahorrar. La aversión al riesgo y la percepción del mundo financiero como algo oscuro, ajeno al ciudadano medio, termina con una gran mayorÃa en el limitado mundo de los depósitos y fondos de discutible calidad recomendados por su sucursal bancaria, habiéndose dejado seducir con el triste cebo de baterÃas de cocina, magnÃficas televisores o el gadget de turno. Ingenieros, licenciados, doctores en fÃsica cuántica, que a la hora de gestionar sus finanzas personales se convierten en absolutos ignorantes.
Recientemente asistà en el IESE a una interesante conferencia que impartÃa mi compañero de promoción de PDD Javier Villegas. Javier es director comercial en Franklin Templeton, una de las casas de inversión más prestigiosas del sector, por lo que algo sabe de esto. Su charla versó precisamente en torno a la necesidad de aprender a gestionar nuestro patrimonio, máxime en un entorno tan complicado como el que vivimos. Se habló de la dudosa sostenibilidad del modelo actual de pensiones, de lo ineludible que es, por ello, el contar con un plan de ahorro propio; de las directrices básicas a seguir a la hora de diseñar un plan de inversión sistemático; de cómo huir de la especulación (en este apartado he de reconocer que discrepo un tanto); de cómo ni el ladrillo ni los depósitos garantizados son la solución; de la necesidad de buscar asesoramiento especializado más allá de la simpática señorita de la sucursal bancaria de nuestra calle; de fiscalidad; de la importancia en el largo plazo de los costes operativos de la gestión. En definitiva, de lo absurdo que resulta el gran esfuerzo que ponemos para ganar dinero y lo reducido, o simplemente ninguno, que dedicamos a rentabilizar el que ya tenemos.
En el posterior debate intervino, entre otros, el profesor Juan Palacios cuyo libro Finanzas personales. Cuatro principios para invertir bien fue citado en varias ocasiones durante la conferencia. Tanto, que dos dÃas ya lo tenÃa en casa. Es un libro sencillo, de lectura rápida, que expone con claridad unos criterios básicos sobre cómo construir nuestro propio proyecto de inversión que recuerdan en gran medida los Siete consejos para invertir en bolsa o cómo invierten los de arriba que ya vimos en su dÃa. Como libro introductorio que es, se le quedará corto a más de uno, pero en todo caso resulta una lectura más que recomendable para aquellos a los que después de leer estas lÃneas les pique la curiosidad sobre qué es eso de la gestión de las finanzas personales y el gusanillo de dejar de ser unos ignorantes en este campo.
Publicado el 14 de octubre de 2012 a las 10:08