Normalmente se tiende a asociar el concepto de marketing con la promoción de productos y, más concretamente, con las campañas publicitarias. Un terreno que parece acotado para los más grandes y en el que la escasez de recursos dificulta la entrada de los players de menor tamaño. ¿O acaso la panadería de tu calle ha emitido algún anuncio en televisión – nacional, horario prime time – en el que una popular modelo trate de vendernos las bondades de sus rosquillas?
No tiene que ser necesariamente así. En 1984 Jay Conrad Levinson acuñó el término Guerrilla Marketing para referirse a aquellos sistemas de promoción fundamentados en la imaginación y la creatividad en lugar de en un gran presupuesto: campañas sorprendentes, inesperadas, chocantes en su concepción y ejecución. Un concepto en origen dirigido a pequeños negocios pero que con el tiempo se ha demostrado igualmente válido para grandes corporaciones o cualquier otro tipo de organización.
Algunos clásicos que probablemente ya conozcáis:
KQV Dental Implant Insurance: Bowling Alley
apotheca.com.sg. Enhances your memory
Quit Smoke: What We See When You Smoke
Dentista Dr. Rathenow
Feed SA: See How Easy Feeding The Hungry Can Be?
Virgin Atlantic: Perfectly Unbroken Eggs Handled By Virgin Atlantic
ESPN Brasil
Jobsintown: There Are Better Ways To Make A Career
Aquellos que, probablemente en un momento de extremo aburrimiento, os hayáis pasado por la sección Acerca de del blog habréis leído que entre las funciones que desempeño en mi compañía está el liderar el análisis de las oportunidades y riesgos derivados de la migración del mundo off-line al mundo on-line; es decir, entender, cuantificar y anticipar los cambios actitudinales, de comportamiento y de consumo que se están produciendo (y aquellos que se producirán en un futuro) asociados al uso de Internet.
Cada uno de estos nuevos hábitos puede tener un efecto extraordinario sobre modelos de negocio establecidos previamente, muchos de los cuales habían perdurado largamente sin modificaciones sustanciales hasta hoy. Y no hablo sólo del impacto de la descarga de contenidos sobre la industria musical o cinematográfica. ¿Recuerdas aquella colección de libros por la que tus padres pagaron una buena cantidad de dinero? ¿Enciclopedia se llamaba?. O cuando para adquirir un billete de avión no tenías más remedio que acercarte a la agencia de viajes. O cuando querías comprar o vender un producto usado corrías al quiosco a por el Segunda Mano. ¿Hace cuánto tiempo que no pasas por la sucursal de tu banco? ¿Cuándo recibiste la última carta de algún amigo (no, tu banco amigo no cuenta)? ¿Y qué me dices de Fermín, el simpático dueño del videoclub de la esquina? La lista no tiene fin. La evolución de las conductas y rutinas de clientes y usuarios ha obligado a las organizaciones a reinventarse, a reformular cómo desarrollan su actividad; en definitiva, a adaptarse y tratar de identificar y aprovechar en su propio beneficio las oportunidades y amenazas dadas por el nuevo entorno digital. Porque aquellas que no lo hacen están condenadas a desaparecer.
¿Te has parado a pensar alguna vez el efecto que la red puede tener hoy, mañana sobre tu empresa, sobre tu trabajo? ¿O estás en el bando de los que están sabiendo aprovechar las oportunidades que brinda el nuevo entorno digital? ¿Internet va a acabar contigo?
Ya no es Microsoft. El nuevo objetivo de la animadversión de linuxeros, androidianos y compañía parece ser ahora Apple. Desde el éxito del iPhone se veía venir y el lanzamiento del iPad ha terminado por desencadenar en los foros recalcitrantemente más técnicos una oleada de críticas y descalificaciones en cadena sobre el último producto de la marca de la manzana (y, por defecto, sobre todo lo que huela a Mac), augurándole el mayor de los fracasos comerciales (aunque algunos ya han dado marcha atrás).
Yo, en cambio, veo este vídeo y no me deja la menor duda: el iPad va, sencillamente, a revolucionar el mercado tal y como hizo el iPhone o anteriormente el iPod. Más aún, él solito va a crear, a partir de un segmento de nicho como era hasta hoy el de los lectores de libros electrónicos, una nueva categoría de producto de un potencial enorme. Comparar la experiencia de usuario que proporciona el iPad a la que obtendríamos con el Kindle de Amazon, o cualquier otra alternativa similar, es equiparable a pasar de la televisión en blanco y negro al color.
De big data, analítica predictiva, marketing, investigación de mercados; del mundo digital, del impacto y evolución de Internet; de gestión de equipos; del mundo de la empresa.
Y de las mil y una chorradas que se me vayan ocurriendo.
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